Lectura de hoy
Las ballenas
Hebreos 11:1
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve...
REFLEXIÓN
Una niñita le estaba platicando de las ballenas a su maestra. La profesora dijo que era físicamente...
» Continúa » Escuchar AudioReciba diariamente la Lectura de Hoy en su correo electrónico sin ningún compromiso.
Estudio Bíblico de la semana
Como los árboles de California
Tweet
Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él. Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él. 1 Corintios 12:26-27
Reflexión
Aunque nunca he visto los árboles Sequoia de California, conocidos como los "Redwoods", me han comentado que son espectaculares. Algunos llegan a tener hasta 100 metros de altura. Curiosamente, estos grandes árboles tienen unos sistemas de raíces inusualmente cortas. La razón es que se encuentran inmediatamente debajo de la superficie del suelo y así obtienen toda la humedad de la superficie posible. Y esta es su vulnerabilidad.
Por otra parte, muy pocas veces se verá uno de estos gigantes derribado por tormentas, porque ellos crecen en rocas y sus raíces enredadizas proveen sostén el uno para el otro en tiempo de vientos recios.
Mis queridos hermanos y amigos, cuando estamos juntos, ya sea como familia, comunidad, iglesia o amigos, proveemos esta misma clase de sostén. El dolor y el sufrimiento nos llega a todos. Pero, así como estos gigantes árboles Sequoia, podemos ser sostenidos en esos tiempos difíciles por el toque de las vidas de otros. El saber que tenemos a alguien, que no estamos solos, que hay alguien que está dispuesto a tocarnos, sostenernos y guardarnos de ser destruidos, nos da esperanza y mucho consuelo.
A eso nos ha mandado el Señor. ¡Esa es Su verdadera iglesia!
Que Dios te bendiga
Por otra parte, muy pocas veces se verá uno de estos gigantes derribado por tormentas, porque ellos crecen en rocas y sus raíces enredadizas proveen sostén el uno para el otro en tiempo de vientos recios.
Mis queridos hermanos y amigos, cuando estamos juntos, ya sea como familia, comunidad, iglesia o amigos, proveemos esta misma clase de sostén. El dolor y el sufrimiento nos llega a todos. Pero, así como estos gigantes árboles Sequoia, podemos ser sostenidos en esos tiempos difíciles por el toque de las vidas de otros. El saber que tenemos a alguien, que no estamos solos, que hay alguien que está dispuesto a tocarnos, sostenernos y guardarnos de ser destruidos, nos da esperanza y mucho consuelo.
A eso nos ha mandado el Señor. ¡Esa es Su verdadera iglesia!
Que Dios te bendiga